COLESTEROL, LA AMENAZA FANTASMA

Hace unas semanas llegó el día que durante tantos meses había estado temiendo, el análisis médico de la empresa. Noches de dar vueltas en la cama sin poder dormir pensando que tarde o temprano iban... a sacarme sangre! sangre!

Llegó el día fatídico, y me negué a hacerme los análisis, alegando que ya tengo mi propio médico privado, etc. (mentira sucia). Sin embargo, me ví forzado a realizar el análisis al llamarme "gallina" el médico encargado del control. No podía dejarme humillar de esa manera delante de tantos niños de tres y cuatro años (ya sabéis que trabajo en un colegio), así que le eché dos huevos y puse el brazo. Y no me dolió, aunque el resto de la mañana estuve mareado y con menos ganas de trabajar de las que suelo tener habitualmente. Realmente cuanto más pensaba en el pinchazo, más me mareaba, e incluso Carlos, mi jefe, me invitó a irme a casa dado mi estado de embriaguez post-sacada sanguínea....

Pasaron las semanas y ayer nos entregaron los resultados. No es que me considere un roble ni mucho menos, y avisé a los médicos de que podían encontrar sustancias raras en mi sangre (alto contenido de alcohol, marihuana...). Sin embargo, no estaba preparado para la sorpresa que tenía la vida preparada para mí: 225 de COLESTEROL, claramente en fuera de juego. En el momento en que leí la noticia, saltaron todas las alarmas, la arteria aorta se me puso tensa y el corazón empezó a notar el peso de estas partícular grasientas atascando mis tuberías. Sí señores, estoy roto, ha empezado la cuenta atrás. Una carrera mal pegada, un susto mal dao... y fallaré, vendrá el dolor de pecho reflejado en el brazo derecho.. y bueno, ya sabéis lo que sigue. Señores, tengo 29 años, y ya puedo engrasar las estadísticas de muerte por infarto, mi pasión por el queso de cabra con pan antes de acostarme es, curiosamente, quien me llevará a la tumba, y no las eles de yerba que tan felices hacen mis sueños.

Me he documentado acerca del tema (wikipedia más que nada) y no me he enterado de una puta mierda, excepto las palabras "problemas cardiovasculares" y "arteriosclerosis". Cualquiera de los dos me vale para amargarme la vida... la que me queda.

En fin señores, a partir de ahora evitaré el queso demasiado curado, y comeré ensaladas con menos bacon, y lentejas con menos chorizo y morcilla... Triste vida la que me espera...

Adios amigos... adios, porque ya nunca se sabe... cuándo será mi último blog

(snif)

Asesino del colesterol mostrando sus armas y amenazando al cámara con un chorizo